domingo, 28 de abril de 2013

Versión imposible: 'She said, She said' muy cañera por los Black Keys

No, este no es el post que prometí escribir sobre The Black Keys, una de nuestras bandas favoritas de la actualidad. Esto es solo un apunte: este dúo de Ohio representa como nadie las bondades del rock básico, sin bajo ni nada, y hace ya unos años, en 2002, que se marcó esta cañera versión de la preciosa She said, She said que compuso Lennon para Revolver (y que ya os recomendamos en otro post), y que al parecer trata de un viaje psicodélico. Es una de las joyas escondidas de los Beatles, de esas piezas que no merecían ser desconocidas para el gran público, que no lograron colarse en una cantidad apabullante de éxitos. Como esta canción merecía ser escuchada por otros oídos, y de otras formas, celebramos esta versión guitarrera, despojada de exotismo oriental y pasada de decibelios. Disfrútala.


sábado, 20 de abril de 2013

Loquillo: "El rock hoy ya no transmite rabia"

Sabéis que consideramos a Loquillo una de las figuras más destacadas del rock español, ese que en los años ochenta nos regaló himnos como Cadillac Solitario, pues no la hemos cantado veces. Con motivo de su nuevo libro (El hijo de nadie, Ediciones B), Loquillo ha dado una serie de entrevistas en la que reflexiona sobre el estado en que está la música. Mal, como toda la cultura, dice, dañada por la piratería, que acaba con el disco, por la destrucción "desde dentro" de la SGAE, que acaba con los derechos de autor, y ahora por la subida del IVA, que machaca al directo. Está en un momento maduro José María Sanz, el Loco, reconciliado con su alterego Sabino Méndez, autor de sus mejores temas en los 80 y con quien ha vuelto a grabar y actuar.
Loquillo es "absolutamente consciente" de que el rock ya no genera estrellas como las de su generación (él tiene 52 años) y las anteriores. Y analiza por qué: "El rock ya no transmite rabia. El único género que tiene hoy mala hostia es el hip-hop", dice el rockero catalán. La última banda que le pareció auténtica, de esas que los padres no quieren para sus hijos, fue Gun'n'Roses. Y el último gran solista le parece Bruce Springsteen. Lo compara con otros de su generación y concluye: "Bruce es todo fuerza. U2 son las fallas". Fuegos artificiales, le falta decir.
Aplaude a los Stones por continuar en activo medio siglo después de debutar, y cree que "marcarán el límite" de la longevidad en activo. Presume de haberlos teloneado, y también a los Who. Y opina sin dudas que "Jagger es el más grande", aunque reconoce su admiración, también, hacia Paul McCartney, de quien elogia su profesionalidad. Y aclara, o lamenta: "Yo no conocí a Elvis". Están claras sus referencias.

domingo, 14 de abril de 2013

La paz del brit pop: Noel Gallagher canta 'Tender' con los Blur

Os hemos escrito aquí largo y tendido sobre el gran duelo que animó el panorama musical británico en los años 90: Oasis contra Blur. Hablamos de ello con motivo de la ruptura de los Oasis y el nacimiento de Beady Eye (la banda de Liam Gallagher) hace un par de años, y mira que ha llovido desde entonces, sobre todo en las islas. Ha pasado que Noel lideró High Flying Birds (y los vimos en Madrid), que en esta guerra fraticida Noel ha brillado más que su hermano, y que Blur se reagrupó, volvió a los grandes conciertos y estuvo en el cierre de las Olimpiadas de Londres (y también Beady Eye interpretando Wonderwall, de Noel).
¿Entonces se prolonga su rivalidad legendaria a la segunda década del siglo XXI? Nada de eso: lo último de lo último es que acabamos de ver lo que nunca esperábamos ver. A Noel Gallagher tocando con Damon Albarn y Graham Coxon, la voz y la guitarra de Blur, con Paul Weller (un histórico, el líder de The Jam) a la batería, juntos para interpretar la preciosa Tender, la nana de Blur compuesta en 1998 (del álbum 13). Y así los enemigos que se deseaban cosas horribles (Noel dijo de Blur: "Ojalá cojan el sida y mueran" y tuvo que disculparse) se unieron por una buena causa: el concierto del Teenage Cancer Trust en el Royal Albert Hall de Londres. Nos hemos enterado por el Guardian de Londres, donde lo cuenta aquí con detalle (en inglés) Caroline Sulivan que estuvo allí.
Nosotros no estuvimos allí pero ya nos habría gustado. Y celebramos que unos y otros hayan madurado y se dejen de posturitas que probablemente eran parte del negocio. Como el falso duelo entre Beatles y Stones, que eran más que amigos, lo de Oasis y Blur olía a treta para salir en los tabloides. Querían hacer creer que representaban cosas antagónicas (Oasis, de Manchester, a los pijos sofisticados del norte industrial; Blur, de Colchester, la ciudad británica más antigua, a la Inglaterra tradicional). Ambos recogían la mejor tradición musical de su país, la de los Beatles en primer lugar. Ambos han pasado a la historia de la música en letras de oro. Nos alegra que hayan echado los pelillos a la mar. Escuchémoslo ya ese Tender que rubrica la paz del brit pop. Y que no sea la última vez.